La moda es subjetiva, genera diversas opiniones y, a veces, duras críticas. Fashion Police de E! capitalizó esto, ofreciendo un comentario cómico, aunque a menudo controvertido, sobre el estilo de las celebridades. El panel del programa, con Giuliana Rancic, Kelly Osbourne y George Kotsiopolous, aportó una mezcla de experiencia en periodismo de entretenimiento, linaje de celebridades y estilismo. Esta dinámica fomentó debates animados y puntos de vista a menudo conflictivos, lo que hacía que la televisión fuera atractiva. Su disposición a defender sus convicciones, incluso cuando surgían opiniones disidentes, aumentaba la autenticidad del programa.
Las apariciones de celebridades en Fashion Police proporcionaron una visión de sus personalidades más allá de la alfombra roja. Los invitados a menudo revelaban un lado más realista, desafiando las nociones preconcebidas basadas únicamente en su imagen pública. Amber Rose, por ejemplo, demostró que el estilo personal no define el carácter. Estas interacciones humanizaron a las celebridades, recordando a los espectadores que son individuos con complejidades más allá de sus elecciones de moda.
Si bien Joan Rivers aportó experiencia cómica, su humor a veces se desviaba hacia un territorio ofensivo y repetitivo. Sus chistes a menudo vulgares y sus frases predecibles restaban valor a la calidad general del programa. La incomodidad de otros panelistas, particularmente Giuliana Rancic, durante los momentos más escandalosos de Rivers era palpable. La inclusión de la hija de Rivers, Melissa, se sintió forzada, lo que contribuyó aún más a las deficiencias del programa.
A pesar de sus defectos, Fashion Police ofreció segmentos atractivos como «Starlet o Prostituta» y «Adivíname por Detrás», inyectando humor y desenfado en las críticas. Los panelistas a menudo brindaban consejos perspicaces sobre cómo mejorar los atuendos, demostrando su conocimiento de la moda. Sus juicios, generalmente objetivos, se centraban en el potencial individual en lugar de recurrir a ataques personales basados en el peso, la edad o las excentricidades. Si bien ocasionalmente surgieron comentarios «maliciosos», el panel principalmente buscaba evaluar si las personas se veían lo mejor posible.