La década de los 80 fue una época de audacia en la moda, desde el «más grande es mejor» hasta la elegancia discreta. Mientras que el tafetán y los colores vibrantes dominaban las tendencias principales, surgieron estilos diversos que reflejaban un panorama de la moda complejo y multifacético. Diseñadores estadounidenses como Perry Ellis y Ralph Lauren adoptaron elementos clásicos de la ropa masculina para la vestimenta femenina diaria, incorporando blazers, camisas abotonadas y suéteres tejidos a mano. Esto resultó en una estética casualmente elegante que se convirtió en sinónimo del estilo estadounidense, a menudo etiquetado como «preppy», en referencia a la vestimenta asociada con las escuelas preparatorias de élite.
Este estilo preppy se inspiró en la moda tradicional de la Ivy League y las Siete Hermanas, junto con la ropa usada por los aristócratas británicos de principios del siglo XX. La interpretación de Ralph Lauren de este look universitario enfatizaba un estilo clásico y discreto, centrándose en prendas de calidad en lugar de disfraces. Los trajes a cuadros de Perry Ellis, por ejemplo, rindieron homenaje a los estilos universitarios de finales de la década de 1940 y principios de la de 1950. La tendencia preppy en sí se interpretó de varias maneras, desde expresiones clásicas y discretas hasta audaces e irónicas.
Mientras tanto, un movimiento de moda revolucionario surgió de Japón, desafiando las normas occidentales. Diseñadores japoneses como Rei Kawakubo de Comme des Garçons y Yohji Yamamoto exhibieron diseños innovadores en París, ofreciendo un marcado contraste con los estilos occidentales predominantes. Utilizaron técnicas de deconstrucción, proporciones exageradas y siluetas poco convencionales para transformar la relación entre la ropa y el cuerpo.
Estos diseños vanguardistas a menudo incorporaban el negro, un color que continuaría siendo prominente en la moda hasta principios de la década de 1990 a medida que la vestimenta de poder de los 80 evolucionaba hacia la estética minimalista de la década siguiente. El énfasis de los diseñadores japoneses en la deconstrucción y las formas no convencionales resultó en estilos impactantes e influyentes que desafiaron las tendencias típicas de la moda de los 80.